Según un reciente informe del Banco Mundial, en 1982, solo un país africano tenía más del 2% de la población infestada. En 1998, se habían infestado más del 7% de los adultos que viven en 21 países africanos (ver mapa). Desgraciadamente las perspectivas futuras son aun peores, debido al largo período de tiempo que transcurre entre la infección y la aparición de la enfermedad. Por ello necesariamente los casos continuaran aumentando.

Las muertes por SIDA en Africa, ya pronto superarán los 20 millones de personas, cifra que corresponde a las muertes producidas en Europa durante la gran plaga de la Peste Negra del siglo XlV. Con todo, la contabilidad no es muy exacta, ya que se estima que el SIDA ya estaba matando gente muchas décadas anteriores al año 1959, cuando por primera vez se constataron los primeros casos oficiales.

Estas cifras están significando la más grande catástrofe en la historia de la humanidad, y han echado por tierra los difíciles progresos que habían alcanzado los países africanos durante los últimos 30 años. Ello se evidencia en el significativo descenso de las expectativas de vida.