Obtener energía a partir de las mareas es una oportunidad para Chile
( Creces, 2009 )

Utilizando el ir y venir de las corrientes marinas se puede generar electricidad en forma constante. En algunos países ya se ha demostrado su conveniencia. Su utilización a nivel mundial podría llegar a generar un millón de gigawatts-hora, lo que es equivalente al 5% de la electricidad que actualmente se genera en el mundo.

En los lugares apropiados en que el desplazamiento de agua por las mareas adquiere grandes proporciones, se puede aprovechar su descarga para mover turbinas hidroeléctricas submarinas. Se trata de utilizar generadores semejantes a los de un parque eólico, pero sumergidos en el mar. Cabe considerar que el agua al tener mayor densidad que el aire (850 veces más), puede otorgar la misma cantidad de energía que un generador eólico, pero de un área menor y a una velocidad más baja. Podría por ejemplo, disponer de un generador, cuyas aspas girasen a una velocidad de 10 a 20 revoluciones por minuto, funcionando con el flujo del agua en los dos sentidos, de acuerdo a las fluctuaciones de las mareas. Con ello se puede extraer entre cinco y diez veces más energía por metro cuadrado, que un generador eólico de la misma potencia, lo que implica el uso de máquinas mucho más pequeñas y baratas. Siendo el ciclo de las mareas de aproximadamente 12 horas y el hecho que el proceso sea continuo, se aprovecha la corriente dos veces al día (fig. 1).





La utilización ya ha comenzado

Por las muchas ventajas de esta fuente energética sobre otras no convencionales, como son la energía eólica y la energía solar, es que se justifica el interés que se ha despertado por su uso en los últimos tiempos. Es especialmente importante el hecho de que esta energía pueda producirse en forma continua, a diferencia de las otras fuentes no convencionales, cuyo funcionamiento no es continuo. La energía solar sólo se puede aprovechar durante el día, mientras que la energía eólica depende de los vientos, y no hay forma eficiente de almacenarla. Es por ello que estas dos fuentes de energía sólo pueden reemplazar a las convencionales en forma muy limitada. La energía de las mareas depende de la luna y está allí por siempre.

El primer aprovechamiento de las olas como fuente de energía se instaló en Francia, en el Río Ranee. Ella tubo un alto costo, por el tipo de diseño escogido, consistentes en la construcción de diques y descargas de agua de acuerdo a la variación de las mareas. Debido a ello sólo se han construido dos más de este mismo tipo, pero de menor tamaño, en Canadá y Rusia. En Brittany, Francia, está en operación una planta con menor costo, que aprovechando las mareas, produce 70 megawatts (MW) de potencia. De acuerdo a la compañía francesa de electricidad que la administra, la energía allí producida tiene un costo de € 0.20 por kilowatt-hora, lo que es menos que el costo promedio de la misma compañía. Construcciones semejantes ya hay en Canadá, Rusia y China. En la actualidad se está construyendo una en Korea, que entrará en acción el próximo año y que se estima producirá 254 MW. Rusia planea una planta gigante que produciría 15 GW en la Bahía de Mezensky y otra de 8 GW en construcción en Tugursky.

En Canadá se construirá una planta en la Bahía de Fundy. Se trata de una enorme bahía de 270 kilómetros de largo, donde cada día entran y salen 100 billones de toneladas de agua de mar. The World Energy Council estima que podría generar 17.000 gigawatts de energía por año.

Las posibilidades de las mareas para Chile

Ya se han comenzado a evaluar las enormes posibilidades para el aprovechamiento de la energía generadas por las mareas, especialmente en la zona de los canales, donde debido a las formaciones geográficas de la costa y de los canales del sur, se forman numerosos fiordos, islas y canales, con fuertes corrientes que desplazan enormes cantidades de agua de mar, por las diferencias de nivel que alcanzan las mareas. Existen muchas zonas en que no es necesario construir diques, ya que existen numerosas pasadas estrechas de agua que van a vaciarse a grandes fiordos. Por ellas las corrientes fluyen con fuerza y sólo basta instalar las turbinas submarinas.

En un primer estudio, el Ingeniero Cristian Quevedo, propone la instalación de turbinas Axiales sumergidas en los lugares adecuados, con ventajas importantes sobre otras fuentes de energías renovables (InduAmbiente, Marzo-Abril 2009, pág. 40). Ya se han seleccionado varios lugares y hay muchos mas, donde la corriente del agua sobrepasa los 2 a 3 metros/segundo, lo que asegura un enorme y continuo caudal, en uno y otro sentido (fig. 2). Su instalación tendría un impacto ambiental mínimo, ya que la lentitud de los rotores no produciría polución, ni ruidos y no afectarían la vida marina.

Las instalaciones submarinas no tendrían riesgos por tormentas o factores climáticos adversos. La manutención de las turbinas es fácil, ya que con una adecuada instalación, los rotores se podrían elevar a la superficie para su mantención (fig. 3).


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