Se encuentran herramientas relacionadas con el Homo floresiensis
( Creces, 2006 )
Vuelven a surgir diferentes opiniones respecto al Homo Floresiensis, dado el extraño aspecto de sus restos óseos encontrados en la Isla Flores, en Indonesia, en el año 2004. Nuevamente un grupo de expertos manifestó su opinión en el sentido que los restos encontrados no corresponderían a una nueva especie enana derivada de un antiguo ancestro Homo, si no más bien se trataría de un hombre moderno enfermo de microcefalia (cerebro pequeño). (Science, vol. 321, Junio del 2006, pág. 1293). Pero los investigadores que descubrieron los restos discrepan de estas opiniones. En la última revista Nature argumentan que un nuevo descubrimiento de algunas herramientas de piedra asociadas al Homo Floresiensis, sugieren una continuidad cultural sobre cientos de miles de años.
(Más opiniones acerca del Homo Floresiensis)
"Los datos de las herramientas establecen una nueva fuente de evidencia que liga al Homo Floresiensis con los progenitores de un Pleistocene temprano", señala Russell Ciochon de la Universidad de Iowa.
Las antiguas herramientas vienen de Mata Menge, situada a 50 kilómetros de la caverna Liang Bua, lugar donde se encontraron los restos del Homo Froresiensis. Ellas tendrían una data entre 800.000 a 880.000 años. Estos restos de herramientas encontrados en Mata Menge se comparan con los artefactos más recientes encontrados en la caverna Liang Bua con una data entre 95.000 a 12.000 años, y encuentran que los artefactos coinciden y también los métodos que se usaron para crearlos. En ambos sitios los homínidos produjeron desmenuzamientos prolongados, rotando y presionando la piedra hacia abajo. También crearon cavidades en ellas, reduciendo los bordes (ver figura). Todo lo de la técnica en Mata Menge, se encuentra también en la caverna Liang Bua. Pero los detractores sugieren que ellas podrían haber sido hechas por humanos modernos, más que por un homínido que tenía un cerebro del tamaño de una naranja. Seguramente que la discusión continuará, dado lo extraño del encuentro de este pequeño hombrecillo.