Que ha pasado con el SIDA en Estados Unidos en el 2004
( Creces, Febrero 2005 )

Durante el último tiempo la preocupación por el SIDA en los Estados Unidos ha estado disminuyendo. Según las encuestas, este constituye el segundo problema de salud del país, después del cáncer (41%). Tal vez por ello es que el presupuesto de los programas domésticos, entre los años 2000 y 2002, se ha incrementado sólo en un 5%, lo que es inferior a la inflación.

La disminución del interés es explicable. Con el incremento de la disponibilidad de la muy eficiente terapia anti-retrovirus, han disminuido las muertes por SIDA, y hoy en día muchos consideran que ya no es una enfermedad fatal, sino que más bien, una enfermedad crónica en la que la sobrevida se mide en años, más que en meses.

El perfil de personas afectadas por el SIDA ha cambiado, de homosexuales blancos de clase media, a negros e hispánicos residentes en el interior de las ciudades y en las zonas rurales del sur. A su vez, como han disminuido las muertes de "celebridades" por SIDA, la opinión general tiene la sensación que la epidemia es menos alarmante.

Desde que se reconoció la epidemia en el año 1981, el SIDA ha matado a más de medio millón de americanos, lo que es superior a todas las muertes de todas las guerras que han ocurrido en el siglo XX. A pesar del enorme progreso del tratamiento, la enfermedad continúa siendo la segunda causa de muerte en la población negra de edades entre 25 y 44 años. El número de americano que vive con SIDA, aún continúa aumentando, aproximándose a los 400.000 casos (figura). No se dispone de cifras exactas de la incidencia, pero se estima que cada año se infestan 40.000 americanos. Estas cifras parecen no haber cambiado durante la última década. El costo anual de un paciente infestado, se estima en 18.000 dólares.

El mayor desafió para la prevención es incrementar el número de personas que se sabe infestada. Sin esta información, las personas infectadas no saben que pueden trasmitir el virus a otros, a parte de que no reciben tratamiento ni cuidados. De los que se estiman que están infectados, una cuarta parte no tiene conciencia de ello. Este hecho demuestra una reticencia de los proveedores de salud para ofrecer los exámenes de rutina a aquellos que viven en áreas altamente prevalentes. En un comienzo había gran oposición a hacerse el examen de sangre, por la percepción de su inseguridad y la desconfianza que frente a un resultado positivo se mantuviera la confidencialidad. Mas aun, si se considera que el tratamiento no estaba disponible para todos.

Entre los casos que ahora se reportan, se nota una disminución del número de hombres que tienen sexo con hombres, sin embargo esta población aún corresponde a la mayoría de los que padecen de SIDA. Un factor que contribuye a no tomar precauciones en el sexo, es el uso de drogas recreacionales, particularmente la meta anfetamina cristalizada, además del acceso fácil de socios desconocidos, a través del internet.

En la actualidad, los casos de SIDA son 10 veces más frecuentes en la población negra que en la blanca. Ello probablemente debido a la mayor pobreza, las drogas, la mayor frecuencia de otras enfermedades sexuales transmisibles que facilitan la infección por el virus y la falta de acceso y utilización de los cuidados de salud. Ello es particularmente importante en las mujeres negras y los jóvenes, que constituyen aproximadamente los dos tercios de casos de SIDA en mujeres y adolescentes respectivamente. También los hombres bisexuales, juegan un rol en la transmisión a las mujeres.


(Science, Agosto 27 del 2004, pág. 1243).


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